Más de alguna vez me he complicado por la
frasecita esa de que Copiapó es aburrido y que aquí no saben apreciar…
La verdad es que el concepto me tiene chato,
apestado, sofocado, amargado y otras cosas más que por pudor no mencionaré aquí
Siendo objetivo y sin entrar a discutir si es
pertinente o no que la gente se entretenga, por lo complicado que es mi propio
punto de vista sobre eso, tratare de hacer algo por el tema
Supongamos por un instante que usted no
encuentra en que pasar el tiempo y está a punto de irse al casino a derrochar
su dinero y que el tiempo y el dinero no le alcanza para viajar como algunos
afortunados de esos que en Facebook publican sus fotos pasándolo bakan en
varios lugares del país y del mundo, o peor que eso, piensa en ir a la playa…
Entonces anímese, usted puede pasear aquí mismo
e incluso puede pasarlo bien y desarrollar esa mínima veta artística que tiene
(es que algunos tienen muy poco de eso), le propongo que salga a caminar por la
ciudad y se lleve una cámara, es mas lleve algún amigo o amiga, según se le
venga el ánimo, eso sí, evite llevarse a un tonto, disfrácese de turista, eso
es lleve sandalias y vaya de pantalones cortos, bueno si está muy pálido,
aproveche de tostarse un poco, lleve lentes y un sombrero, si no tiene
sombrero, bueno cómprese uno en la feria, todos los días hay feria!
Le hare una ruta para varios días en la ciudad
para que no se aburra aquí y haga algo de ejercicio, que siempre viene bien
aunque uno termine hecho bolsa, pero si tiene suerte le parecerá que ha se ha
perdido mucho tiempo sin conocer donde vive, es más, si me hace caso quizás se
convierta en un potencial guía turístico para amigos o familiares odiosos o no
tan odiosos que lo visiten en su casa aquí en Copiapó y que se desesperan
durante el día, sin saber qué hacer, quien sabe, puede que su vida de un giro…
El primer día:
Puede partir haciendo lo siguiente, salga
temprano y vaya a ver el Monumento a los 33 mineros (Monumento a la Paz o algo así),
que el gobierno chino le regalo al alcalde y que este mismo aprovecho para
publicitarse… una vez allí sáquese fotos, le recomiendo que busque un buen ángulo
y trate de hacerse una selfie diferente, búsquese en el reflejo de las alas de
la dama del monumento, intente sacar la foto, se va a sentir muy bien, en serio,
siéntase como si usted hubiera sobrevivido también, que está cerca de un hecho
histórico, algo que contarle a sus nietos, piense en la fotos, algún día serán
un registro valioso para las tareas de sus descendientes, que usaran la foto
suya para mostrar cómo era ese lugar antes de que se instalara una estación del
metro copiapino, tiene mucho sentido eso, incluso puede hacer que su vida se
vuelva valiosa. Bueno si usted es medio pervertido pásese rollos con la
desnudez de la dama, si no lo es, no piense en nada de eso.
Luego cruce la carretera,
por donde corresponda, o bien corra no mas y cruce carepalo la avenida Copayapu,
mientras no pasen vehículos, pues justo al frente, mirando hacia el sur, hay un
pequeño pero digno monumento al gran Giordano Bruno, si es una persona mística,
esto le vendrá muy bien, hágame caso, haga como que juega en la cruz egipcia
que hay en el suelo, en serio, hágalo, tenga personalidad, luego fotografíese
al lado del Giordano, con una actitud solemne eso sí, para que sus amigos más
cultos, no crean que usted es un estúpido, piense en su mirada tan vacía pero a
la vez llena de sabiduría, piense en cómo se sentirían los curas de la
inquisición que lo mandaron a quemar vivo, por pensar en que había más vida en
el universo, piense en que usted está haciendo algo de justicia en este asunto,
luego de ese momento puede aprovechar para echar un vistazo a los trabajos que
hay en el lecho del extinto rio Copiapó, puede bajar un poco y tomarse otras
fotos más teniendo de fondo el puente, al menos yo creo que eso es genial, se
lo recomiendo, vea los estupendos avances del parque Kaukari. Luego de esto
intente descansar un poco, saque su bebida o agua mineral y bébala, revise su
Smartphone y aproveche de postear algo sublime, no sé lo que sea, diga algo
sobre el cosmos, conéctese con las ideas de Giordano, sí, eso le va a salir muy
bien, también aproveche de fotografiar a la plateada dama de la paz del
monumento de los 33 mineros. Puede ir a comer al supermercado que hay allí
cerca (Líder) o alguno de los restoranes de allí cerca, o bien si lo desea y
tiene suerte camine por calle Colipí hacia Atacama y hay unos locales con
dulces y pasteles, bueno también hay uno con comida vegetariana, dependerá de
su bolsillo solamente.
Tras este primer gran paso a dejar de aburrirse
aquí, le recomiendo que camine hasta la Alameda, e instálese en la plazoleta
que está en la Iglesia San Francisco, allí aproveche de reposar un poco y
revise sus fotos anteriores, llame al banco o algún amigo para que sepa que lo está
pasando genial y que ya ha bajado algunas miligramos de peso, celebre su logro.
Luego de este pequeño descanso, enfóquese en lo importante, aquí hay cuatro
lugares interesantes, detrás suyo esta la famosa Iglesia, por la que quizás
alguna vez transito el Padre Negro, piense en el, hágalo y piense en sus profecías
desastrosas para Copiapó, entonces saque fotos, saque muchas fotos, el edificio
le parecerá una instalación futurista después de un rato, puede tomarse una
foto en las escalinatas, quizás se acuerde del matrimonio de algún amigo o
amiga suyo, le hará bien. Si tiene valor incluso puede entrar a la iglesia,
siempre y cuando esté abierta, no le recomiendo que intente entrar a la maleta,
eso nunca es muy digno ni serio, no se desespere, pórtese decentemente.
Entonces y solo después de eso, vaya hacia la
estatua de Juan Godoy, el arriero (o minero), que descubrió el mineral de
Chañarcillo y al que después un ricachón le pago una miseria para zafarse del
pobre Juanito para luego hacerse multimillonario e incluso servir de
justificación para que otros ricachones con pretensiones megalómanas,
intentaran armar una gran revolución en la que mandaron a sus peones a morir
para poder ser dueños de un pequeño fundito minero apartado de Chile, si, el
mismo, el del himno copiapino, ahora que lo pienso, ni lo nombran, bueno así es
la historia, solo nombran la prestancia de aquellos personajes, recuerde la
letra: la prestancia de los Matta y Gallo encausaron tu prosperidad…
Chañarcillo te colmo de Plata y en sus calles el oro corrió… (yo cuando era
pequeño, prefería pensar que había corrido un pobre loro por calle Chañarcillo
o que Chañarcillo era un tipo resfriado al que le corría un loro por la nariz, así
me sonaba mas simpático mientras cantaba ese extraño himno, siempre sonreía en
esa parte), piense en el hecho de que Juan Godoy usa una ropa que no parece muy
varonil, pero que al parecer es la forma en que se vestían los mineros
antiguos, pese a que existen algunos que justifican la tenida señalando que era
la vestimenta de los mineros británicos y que al encargarle a estos la
construcción de la estatua lo vistieron según su concepto de minero, aunque un
amigo mío, Víctor Munita, alguna vez me señalo que esa era realmente la tenida
de los mineros de aquellos años, en fin quizás sea la única forma de compensar
su miserable vida, el ultimo recuerdo en metal, para un tipo desafortunado.
Tras estas reflexiones, vaya y cruce en
dirección hacia la costa y sáquese una foto al lado del busto de un militar que
se parece al del billete de mil pesos y sorpréndase, pues se trata del
mismísimo Ignacio Carrera Pinto, quien conserva el gesto duro de todo hombre de
las armas, pero no se intimide por su mirada, pues de todas formas puede
obtener unas buenas fotos de portada para su Facebook, si quiere pose junto a él
poniendo su mejor cara de felicidad, le recomiendo que use lentes oscuros, pues
a esa altura, ya estará cansado y transpirado y quizás no se vea muy bien, para
la foto, bueno usted vea cómo le va mejor, tenga cuidado con las ramas y
espinas que hay en este lugar, no vaya a sufrir un accidente. Ahora deberá
cruzar nuevamente, allí hay una plazoleta que tiene un pequeño puente, debería
tenerlo, si no está el puente culpe al alcalde o a quien más mal le caiga,
entonces trate de ubicar un pequeño monolito que recuerda algo sobre la
fundación o descubrimiento de Copiapó, está hecho en bronce y es circular,
tiene una imagen de Diego de Almagro, ya sabe, el descubridor de Chile
continental, quédese con la duda y tome nota, mas tarde le diré como conocer su
origen. Hay unas casas antiguas allí, intente volverse artístico y sáquele
fotos, mientras toma sombra bajo los pimientos y si tienen mucha surte y el
puente aun esta, sáquese fotos allí y pase por alto la ausencia de agua, algo
que ya es característico de esta ciudad, recuerde, lo importante es la
intención, no la forma.
Ahora viene lo bueno, camine por la mismísima
Alameda, allí mismo descubrirá que diablos era eso por donde usted pasaba tras
salir alcoholizado de los pubs que visita los fines de semana!, así es, no eran
alucinaciones suyas, hay unas estatuas en ese lugar no son fantasmas, vamos a
descubrirlas. Si tiene tiempo repare en el piso, hay unos collages cerámicos
que recuerdan a la Flor del Inca, una bella especie árbol con flores rojas que
abunda en las casas antiguas de la ciudad, si se anima tome nota y cómprese una
para adornar su casa, en sodimac las venden. Vamos por las estatuas. La primera
que vera es la de un señor que está al lado de una silla, y parece sostener
algo en su mano levantada, bueno quizás tenga suerte y algún beodo con un
especial sentido del humor le ha colocado una botella o vaso, en la mano, si no
es así, no le recomiendo que intente hacerlo, la gente que transita por allí podría
verlo y no reaccionar muy bien, incluso podrían llamar a Carabineros, al menos
no lo haga de día y no me culpe a mí de darle tan descabellada idea.
El señor del asiento, es un prócer copiapino, don
Manuel Antonio Matta, el mismo que le da el nombre a una de las poblaciones de
la ciudad, tome nota otra vez, trate de averiguar quién es, y que hizo para
merecer ese sitio en la Alameda y el porqué de su tan epifanía postura
corporal, recuerde ese momento.
Camine luego en la misma dirección y deténgase
cuando vea una estructura de color melón, que está casi al llegar a la esquina,
eso que usted ve allí, es una “cripta”, es la Cripta de los Héroes de la Guerra
del Pacífico, por si es que no lo sabía, desde aquí salieron muchos copiapinos
y tierra-amarillanos a luchar contra Bolivia y Perú, entre 1879 y 1891, algo de
lo que uno puede sentirse o no orgulloso, dependiendo de si le gustan la
guerras en las que solo ganan los poderosos y la gente común, solo gana alguna
medallita que les recuerda que fueron muy valientes, en fin, es cosa de cada
quien, lo que desea sentir o pensar, en fin, lo más probable es que esta se
encuentre cerrada, algo que ocurre desde que se termino la dictadura y de vez
en cuando es abierta solo para los rituales que hace el Ejercito para recordar
a sus caídos o hacer el juramento a la bandera. Allí antes, se dejaba entrar a
la gente y uno podía ver los uniformes de algunos militares y aparecían sus
nombres, posiblemente los mas condecorados y heroicos, ahora se tendrá que
conformar con mirar desde lejos, no intente entrar pues podría romperse algún
hueso si trata de subir por los costados, se puede tomar algunas fotos en la
entrada, trate de evitar sí, que aparezcan los grafitis y garabatos varios que
algunos vagos han dejado en ese lugar. Si tiene paciencia podrá reparar en una
figura de bronce donde se ven tres perfiles de militares, que reflejan los tres
tipos de uniformes que uso el ejército chileno.
Si es medio nacionalista quizás le guste pensar
en la guerra y en los conflictos fronterizos, pero bueno yo no recomiendo esas
cosas, pues usted está tratando de pasarlo bien y no andar amargado, es la
idea. Quizás le venga bien pensar en el inmenso calor que debieron soportar al
caminar por el desierto estos hombres mientras marchaban a las batallas,
recuerde que en esa época no había tanques y tampoco aviones y los caballos
generalmente eran reservados para los de origen más noble y de más alto rango. Calor
y penurias que al parecer soportaban mejor bebiendo de ese mítico brebaje
llamado chupilca del diablo, que al parecer era aguardiente con pólvora, quien
sabe, o solo sea un mito como el del gran temor que les daba a los enemigos ver
que los rotos chilenos portaban un cuchillo corto llamado corvo, una suerte de
emblema de muerte que portaban los soldados y que recuerda mucho las garras de
los extintos velocisraptors.
Camine nuevamente hacia la esquina, allí vera
el plato fuerte, hay una dama de grandes proporciones, la que debería portar una
corona de laureles en su mano izquierda y una espada en la derecha, que hace algún
tiempo atrás estuvo perdida, algunos no se dan cuenta, según lo que creo y
aunque puedo estar equivocado, esta es una diosa griega, y podría corresponder
a Atenea, la diosa de la guerra y la inteligencia, algo que no pega ni junta,
pero en fin, es muy bella esa estatua, lo único que la afea, es una estructura
de trupan pintado que imita un arco del triunfo que cruza ambas esquinas, nacido
de los pensamientos megalómanos de una autoridad local, en fin concéntrese e intente
tomarle fotos, esta tarea saldrá un poco más difícil pues no hay suficiente
espacio para hacerlo, si se la puede inténtelo, mal que mal usted ya ha sacado
varias fotos y algo de practica ha tenido en este periplo urbano, si tiene buen
ojo se dará cuenta que alrededor de esta gran estatua, hay varios nombres inscritos,
se trata de varios de los que fallecieron esa cruenta guerra, si es copiapino,
es posible que encuentre sin saberlo el nombre de algún pariente suyo, o de lo
contrario es posible que coincida con su propio nombre, lo que podrá
interpretar como su vida pasada, siempre que crea en esas cosas. Tómese su
tiempo y repare en los rostros que adornan la base de esta bello monumento, en
como los hicieron, en que imágenes se basaron, pues a duras penas en aquellos
años habían cámaras fotográficas y lo más probable es que fueran diseñados a
base de algunos retratos o bien como muchas cosas, solo sean retratos
idealizados de aquellos personajes, algo que resultara evidente es que se trata
de gente muy delgada, probablemente sea que ese era estilo en que se idealizaba
a la gente de la guerra en aquellos años.
Desde luego, si lo desea, puede tomarle fotos
al famoso arco, aunque no tenga el glamour de los verdaderos monumentos que ya
visito antes, total qué más da, sus amigos de Facebook no tienen porque saber
que esa estructura no es más que el fiel reflejo de la insensatez de las
autoridades, que en su afán de hacer historia, instalan sin permiso del Consejo
de Monumentos Nacionales semejante artefacto, para conmemorar nuevamente
aquella revolución de la que ya le comente antes, como si eso pudiera ser
motivo de orgullo, en fin es cosa suya, hágalo con cuidado, pues es posible que
lo atropellen o que si esta dado a las fatalidades, le caiga algún fragmento de
esa mole de materiales baratos sobre su cabeza.
Al cruzar la calle, le pediré que repare en
otro monolito, uno que esta coronado con un cóndor, tome nota otra vez, para
averiguar de qué se trata, pues abajo hay una pequeña placa conmemorativa, que
señala que se trata de un obsequio de la comunidad libanesa para la ciudad,
ocurrido en 1944, repare en los caracteres árabes de la placa, si tiene
paciencia quizás logre imagina el momento en que se realiza el acto, en la que
seguramente los paisanos entregaban este regalo a la ciudad en señal de
gratitud por la acogida que tuvieron como pueblo y en cómo han contribuido como
otros tantos a desarrollarla, todos usando esos sombreritos tan típicos de
aquella década, celebración que seguramente termino con esas comidas árabes tan
exquisitas y que poco aprecian los copiapinos, a pesar de que existe un restorán
libanés en la ciudad, puede ser el momento en que usted decida dejar de comer
porquerías y se digne a ir al famoso restorán a probar algo diferente, basta
con que vaya allí a la calle Los Carrera, entre Yerbas Buenas y Yumbel, invite
a su familia, no sea tacaño. Aquí es posible que se encuentre bien cansado,
pero anímese, tómele fotos, saque su talento oculto, su sentido estético puede
estar despertando de su largo letargo, hágame caso, bien vale la pena.
Puede caminar hasta el final, y desde allí
contemplar el famoso Cerro de la Cruz, famoso por la fatal profecía del Padre
negro, quien según algunos sabelotodo, dijo que sería lo único que quedaría en
pie tras la destrucción de Copiapó, tras hundirse en un gran agujero, algo que podría
tener sentido, siempre y cuando efectivamente las aguas subterráneas, hayan
socavado el suelo de la ciudad y que podrían hacer que la ciudad en la que
usted vive se hunda inevitablemente en algún tiempo futuro, tal como la ciudad
de Ubar en Omán, hace unos 5000 años atrás.
Trate de pensar en el esfuerzo que significo
para aquel párroco, ir a instalar este símbolo a esa altura, intente hacerlo,
quizás sea bueno que también piense en lo que algunos estudiosos señalan sobre
su origen, pues al parecer este señor, habría puesto el crucifijo sobre un
antiguo altar que los más antiguos habitantes del sector habían tenido allí,
quien sabe si como atalaya o bien altar, o ambas cosas, es muy difícil saberlo
ahora, de lo que si puede estar seguro, es que ya ha pasado mucho tiempo de
aquello y que cualquiera que haya sido su intención para bien o para mal, si
había algo valioso allí, ya lo perdimos reemplazándolo por un símbolo que nos
dejara mas conformes con las creencias de aquel momento, al menos en lo
personal prefiero pensar en aquellos antiguos habitantes, que podían ver desde
allí un valle verde por el que cursaba un rio portador de vida, un lugar desde
donde podrían ver quien venía o se iba de sus tierras.
No intente subir aun ese cerro, eso déjelo para
cuando su estado físico sea mejor y esté dispuesto a hacer tal sacrificio.
Ahora, es posible que se encuentre tan cansado,
que difícilmente va a querer caminar mas, pues bien, haga el último esfuerzo y
lleve sus notas, camine hasta donde el señor que estaba de pie junto a la
silla, cruce la calle y allí vera un par de edificios de aspecto moderno, llenos
de vidrios por todas partes, acérquese al primero, que corresponde a la sala de
cámara de la ciudad, repare en un mosaico de cerámicos que evoca al mineral de
Chañarcillo, el que fue donado en su momento por la comunidad italiana y que es
una creación de Claudio Di Girolamo, el padre de la guapa actriz de la Fiera y
que antes estuvo ubicado en el antiguo hotel Diego de Almeida, que para algunos
vejetes de la ciudad sigue llamándose el Hotel Turismo. Trate de imagina la
misma escena anterior, otra vez a unos cuantos inmigrantes que en señal de
gratitud nos hicieron tan noble regalo, quizas fue similar que como con los
paisanos. Pueden haber sido los abuelos de muchos amigos suyos, o sus
bisabuelos, los dueños de varias tiendas de buen gusto que aún quedan en el
centro pese a todo el esfuerzo de las grandes cadenas comerciales por
opacarlos. Le dejo la inquietud para que encuentre donde ir a probar la comida
italiana, que es mucho más que la pizza que usted compra cuando no tiene ganas
de preparar comida en su casa.
Luego camine hasta el segundo edificio y
pregunte por el profesor Aracena, cruce los dedos si es supersticioso para que
este allí en ese momento, entonces salúdele de mi parte y pregúntele, por
aquellos personajes que ya visito, le recomiendo que se tome una foto a su
lado, pues es un gran personaje, de esos que si valen, el es muy amable y le
contara todo lo que necesita saber. Converse con él, don Alejandro lo sabe casi
todo y tiene buenos datos, culturícese, no vaya a pasarle que después de este
periplo le dé por invitar a sus amigos y se le olvide de que se trata todo lo
que aprendió.
Como vera, ya tiene su primer día veraniego en
la ciudad y si es lo suficientemente inteligente lo sabrá apreciar.
El segundo día:
A estas alturas imagino que ya subió sus fotos
al Facebook, si aun no lo hace, es cosa suya, pues cada vez más se aleja la
posibilidad de impresionar a sus amistades.
Vaya hasta la Universidad de Atacama, al Área
Norte, allí pida permiso y entre a conocer la famosa locomotora Norris
Brothers, la primera en Chile, pues ya dicen que eso de que fue la primera en Sudamérica
seria puro cuento, cosa que no le quita valor para nada a este monumento, como
vera, se encontrara con un edificio antiguo, que es la Vicerrectoría, algunas
fotos le pueden salir muy bien si logra un buen ángulo, cosa que debe hacer con
cuidado pues se necesita alejar un poco de la entrada, si rodea después el
edificio vera que hay unas estatuas de mármol, las que según algunos fueron
traídas desde el Perú como trofeo de Guerra, tras la avanzada chilena por Lima,
eso es lo que he escuchado, tome notas nuevamente, no haga trampa, no pregunte
el mismo día, si ya leyó la nota para el día anterior. Algunos señalan que
representan las estaciones y otros dicen que se trata de los continentes,
júzguelo usted mismo, repare en los detalles de la vestimenta y los animales
que están junto a las estatuas.
Una vez que cumpla con esta pequeña ruta,
continúe hasta la locomotora, camine a su alrededor, para que se haga una idea
de sus dimensiones, si tiene buena vista se dará cuenta que hay varios vagones,
algunos para carga y quizás hasta para transportar animales, y otros para
personas, eso sí para distintas clases sociales. En ese momento acérquese y vea
por las ventanillas las diferencias en las butacas, imagínese viajando en ese
ingenio, si es místico trate de recordar si en alguna vida anterior usted
estuvo en algún vagón, o era el maquinista si tenía diferente suerte, o si es
que fue atropellado por el mismo, eso lo notaria si es que al acercarse siente
algo de temor, en fin no se sugestione demasiado. Ahora si no es místico, solo
imagine lo tortuoso que tuvo que ser viajar en una maquina que no tenia
amortiguadores el olor a carbón y a humo que probablemente se respiraba cerca,
o imagine si así le parece en el ruido que tuvo que sentirse al partir y
durante el viaje, piense en las ropas de los pasajeros, quien sabe si vestían
con elegantes ropas los varones y damas más acomodados, o de manera más
discreta los menos afortunados, la ruta era hasta Caldera, esa gente
posiblemente iba a veranear a la playa, por lo que es posible que llevaran sus
ridículos trajes de baño, con ellos, habría que averiguar cómo eran esos
trajes, al menos se sabe que eran muy tapado y más de algunos eran a rayas,
piense en toda la ilusión que esto les hacía a los más pequeños, que sin
diferencia entre clases sociales solo sabían que iban a pasarlo genial a la costa,
es cosa de imaginar todo eso.
Tal vez iban en lo mismo que hacen hoy los más
pequeños, preguntando cada 10 minutos cuanto faltaba para llegar, algo para lo
que algún elegante señor con monóculo, respondía tras sacar de su chaqueta el
reloj de bolsillo que llevaba para sosegar la inquietud de estos párvulos, lo
puede imaginar?.
Tome fotos, hasta ahora nadie se enoja si se
sube a la locomotora y simula ser el maquinista, busque buenos ángulos, le
recomiendo que evite que aparezcan los edificios más modernos, sea ingenioso,
mal que mal ya practico el primer día.
Si se anima, diríjase hacia el sector por donde
alguna vez paso el rio, allí vera un puente, que conduce a la mina escuela,
desconozco si aun se puede utilizar. Al menos recuerdo cuando estaba en la
antigua ETP y con mis compañeros jugábamos a cruzar dicho puente para
ocultarnos en los cañaverales, mientras mis compañeros nos lanzaban
amistosamente piedras para impedir que llegáramos a un segundo puente,
consistente en un troco de árbol que cruzaba el rio. Mientras otros jugaban a
golpearse con largas cañas imitando disputas entre espadachines, mal que mal en
esos años aun no salían los Atari ni mucho menos los modernos Xbox. Había que
entretenerse en algo, pienso yo, en fin son solo mis recuerdos. Si tiene algo
de suerte y repara en el cerro se dará cuenta que allí hay un escudo de la
Universidad, quien sabe si lo han podido mantener, pruebe a ver si lo
encuentra.
Ahora que ya termino, descanse un poco, revise
su whatsapp, o lo que le venga de gana, tome agua, si puede camine un poco y
disfrute de los edificios que están alrededor de la Vicerrectoría, si tiene
buen ojo, es posible que encuentre algunos bustos, que están en las plazoletas
que se encuentran allí, se podría tratar de varios ex docentes de la antigua
Escuela de Minas, tenga respeto eso sí, pues esa gente si se lo merece, mal que
mal usted en este momento está en la verdadera escuela de la minería en Chile,
lo mejor de lo mejor, póngase un poco chauvinista, nunca está mal sentir algo
de orgullo, mas aun si hay algunos necios que se sienten orgullosos de sus
equipos de futbol, pues usted marque en algo la diferencia, saque pecho por las
universidades, por la cultura, si, hágalo, emancípese intelectualmente.
Ahora vuelva a caminar, rumbo al sur, puede
hacerlo por dentro o por fuera de la universidad, le recomiendo más que lo haga
por fuera, es cosa de gustos, si me hace caso, vaya con cuidado pues le puede
atropellar algún tipo que se cree Shumager, en fin, camine.
Llegara al CFT Benjamín Teplizky, en honor al
fallecido Ministro de Minería. Lo podrá reconocer por un monolito color
ladrillo, con una forma algo particular, desde lejos parece un obelisco
rechoncho, pero no lo es, al estar cerca vera que guarda un sospechoso parecido
con las partes intimas femeninas, quizás sea eso, al menos yo no lo sé, si
usted cree que es otra cosa, será asunto suyo, mal que mal lo que sea que
represente o signifique debe ser tomado con la solemnidad que se merece toda
casa de estudio. Es opcional sacarse fotos allí, es recomendable que lo haga
con altura de mira, pues si las publica y aparece en actitudes indecorosas en
este sitio, alguien podría echárselo en cara más adelante, sea discreto.
Si continua caminando, a pocos metros llegara
al Palacete, que fue muchos años atrás la biblioteca de la universidad y mucho
antes, el hogar de unos señores con mucho dinero, y en forma específica del
señor Apolinario Soto, dueño de una considerable fortuna, producto de sus
negocios mineros, un tipo al que no lo quería mucho la curia copiapina, quien
sabe el porqué, quizás envidia o bien por haber construido una Iglesia casi
personal en el valle a unos pocos
kilómetros de Tierra Amarilla, en Nantoco. Volviendo al punto este recinto
debió ser magnifico, pues en fotos
antiguas se ve que era un complejo mucho mayor. El edificio tiene la apariencia
de una casa china, al menos eso veo yo, tiene unas columnas bien bonitas, que
le dan un aire majestuoso, algo que se puede aprovechar nuevamente para sacar
la cámara y hacer muy buenas fotos.
Es posible que se encuentre cerrado, pero en
caso de que este abierto y le dejen entrar, camine por sus escaleras y trate de
regresar en el tiempo, imagine a los antiguos universitarios que por allí
transitaron, varios de ellos chascones y sus poleras rayadas, a las señoritas
de pantalones pata de elefante, que se ajustaban más de veinte centímetros
sobre la cintura, es posible que sea su caso, o el de sus padres, imagínelos
conversando, posiblemente de política, de acciones revolucionarias o tal vez no,
en una de esas solo los imagine hablando de ecuaciones diferenciales y química,
según sean sus orientaciones o profesión, quizas se acuerde del grupo ABBA o
Quilapayun, vaya a saber uno que recuerda usted, pero hágalo, tenga ese
recuerdo, le hará bien.
Si retrocede mas en el tiempo, y tiene
mentalidad novelesca, podrá regresar hasta cuando estaba el dueño del lugar, imagínelo
parado en la ventana que esta sobre la entrada, posiblemente acompañado de su
familia, así como esas imágenes de películas, algo borrosas. Imagínelo pensando
en sus logros y en la inmensa fortuna acumulada en estas áridas tierras mientras.
Si tiene ánimos, puede rodear el edificio y
buscar al costado izquierdo unas especies de lapidas y bustos, también de
algunos próceres, tome nota sobre ellos, fotografíelos, con respeto nuevamente,
con respeto!. Use esta sencilla regla de oro que le ofrezco: en las
universidades es el único lugar en que todos son iguales y la única diferencia está
en el esfuerzo intelectual. Bueno ahora que lo pienso, mejor no use esa regla,
quizás le complique un poco, no me haga caso y no se sienta ofendido, no es la
idea. El punto es que usted trate con respeto estos lugares porque en ellos
muchos aprendieron.
Puede pasear al igual que en el área norte,
saque fotos, camine recuerde cosas, allí hay bastantes bancas, que varios
estudiantes han usado para discutir sus materias, sus brillantes y a veces
revolucionarias ideas, es más si es un buen detallista se dará cuenta que en
algunas partes han adornado el césped con troncos fósiles, de esos que hay en
la cordillera al final del valle.
Una vez que ya se componga, continúe su ruta y
salga por donde entro y camine una cuadra mas camino al sur, allí desvíese
cuando llegue a la esquina donde se encuentra el hotel Inti, allí tome rumbo
hacia el Cerro de la Cruz y camine hasta llegar a la estación de ferrocarriles.
Cuando llegue a aquel lugar, muy posiblemente
repare en dos trenes muy desiguales que se encuentran a los costados del
edificio. Es posible que repare en las significativas diferencias entre estos y
el que rato atrás vio en el área norte de la Universidad de Atacama, la
explicación es simple, son más modernos.
En el primero podría perfectamente hacerse unas
fotos en el mismo estilo que adopto en la maquina anterior, a esa altura se
puede preguntar el porqué de estos trenes tan antiguos y quizás sea bueno
reparar que esto es el resultado de la actividad minera de la zona, que no se
limita al mineral de Chañarcillo con su producción de plata, pues desde sus más
remotos orígenes esta siempre fue una zona minera, antes de la llegada de los
españoles, cuando los antiguos comerciaban con el incanato, su cobre. Siendo
desde esa época el más fuerte motor del desarrollo del lugar en el que usted está
parado.
Camine hacia su derecha y encontrara que la
segunda locomotora es mucho más pequeña y si usted tiene buena memoria o ha
visto revistas antiguas, se dará cuenta que es la misma que estaba antes a la
entrada sur de Copiapó. Aunque no lo crea esta locomotora a pesar de ser muy
pequeña, si funciono, pero no se espante, no es que aquí vivieran Hobbits ni
nada similar, bueno, eso no se puede saber, al menos no en la época en que la
locomotora funcionó. Según un antiguo encargado del museo que usted visita,
esta máquina fue usada en la mina Dulcinea, con el fin de reducir la carga de
trabajo y agilizar la producción para sacar el mineral desde el interior de una
mina. Según se afirma toda la instalación quedo muy bien, sin embargo cuando se
echo a correr la maquina está lleno de humo el interior de la mina, haciendo
imposible el trabajo de los mineros y colocando en serio peligro sus vidas, por
lo que fue desmantelada para terminar como ornamento en el lugar que antes le
comente y ahora, frente a esta Estación que usted visita.
Años atrás, esta estación fue usada como museo,
la verdad es que eso solo fue parte del entusiasmo de una amigo llamado
Marcelo, que ya regreso a su tierra por allá en la sexta región. El mismo
personaje se encargo de aprender el funcionamiento del reloj que corona la
parte alta del edificio y la de otros edificios antiguos. Algo que posiblemente
explique tras su partida, la falta de mantenimiento que puedan tener.
Ahora repare en la belleza del edificio y fíjese
en sus dimensiones, piense en la cantidad de personas que se acercaban al lugar
para realizar el viaje a la costa, si, imagine nuevamente la escena, las
señoras de sombreros elegantes y los señores con sombrero de copa, bueno también
coloque en su mente a los otros, un poco más modestos en la misma espera. Allí
estaban al igual que usted hace más de un siglo atrás, esperando el silbato de
las maquinas expectantes a su viaje o a la espera de sus amistades, que
previamente habrían comunicado por telégrafo su regreso a la ciudad, quizás
pueda ver a todos esos personajes allí yendo de un lado a otro.
Si tiene demasiada buena suerte, es posible que
este abierta la reja que da para el sector de embarque y pueda entrar a ver
algunas maquinas que parecen sacadas de alguna película antigua, hay unos pocos
carros allí, e incluso esta uno algo modificado, que ha sido usado por las
autoridades, cada vez que se organizan paseos infantiles para evocar aquellos
años de prosperidad, otra vez, recuérdelo, saque fotos entreténgase.
A estas alturas, se le hará evidente que
necesita un respiro, le recomiendo que deje hasta allí su periplo este día,
deje entusiasmo para el siguiente día. Recuerde subir las fotos a su Facebook,
elija las que lo favorezcan más para dejar de portada o perfil en su página.
El tercer día
Este día, debe dejarlo para los museos, así es.
Recuerde que tenía que llevar sus notas, aquí no le daré muchos detalles, pues
este trabajo lo harán las personas que atienden ambos museos.
Para partir antes que todo, vaya a la plaza de
armas y observe la estatua del centro, una obra hecha con mármol y que tendría
su origen en Francia y fue puesto allí en la década del setenta del siglo IXX,
en el mismo momento en que se plantaron esos grandes pimientos que usted ve a
su alrededor, la estatua es muy bella y muestra a una joven que porta un
martillo y con una postura que recuerda a alguna deidad griega.
Lamentablemente está cercada con una barrera de
metal y madera, para evitar que caiga a nuevamente en manos de estúpidos que a
falta de otro mejor recinto para marcar sus pensamientos y sueños, la habían
escogido como destino para sus ilegibles
garabatos. Tómele fotos, ya su pulso y apreciación estética tiene que
haber evolucionado lo suficiente para que logre algo digno para mostrar.
Si es dado a los detalles, le recomiendo que
intente reparar en las varias figuras alusivas a los emblemas patrios y al agua
que rodean este monumento histórico, de gracias al escultor Higinio Gutiérrez
que hace un par de años se encargo de su restauración, así como también a las
otras estatuas que evocan a las estaciones o a los continentes que se
encuentran en ese mismo pasillo por el que está el monumento, quizás se acuerde
de lo que vio el día anterior en la Universidad de Atacama, claro que estas últimas
están mucho mejor cuidadas.
Una vez que ha hecho este pequeño recorrido,
puede hacer un par de cosas, una de ellas es caminar hacia la Iglesia Catedral,
la que es mucho mas apoteósica que la de San Francisco que vio el primer día,
aproveche de entrar, aunque eso dependerá de sus creencias religiosas, vaya y
repare en los cuadros y adornos que allí existen. Sera opción suya que tipo de
pensamientos lo van a acompañar, es cosa de cada uno.
Tras esto, que perfectamente le puede haber
tomado una media hora, camine hacia la esquina de O’Higgins con Chacabuco, allí
hay un edificio que fue la antigua municipalidad de Copiapó y que hoy ocupa la
misma institución para actividades culturales, como el pago de patentes, tras
dejar de usarla como Casa de la Cultura por varios años, lugar en el que varios
artistas locales y nacionales realizaron exposiciones, se realizaron talleres
folklóricos, literarios, de danza y teatro, algo que se acabo con la llegada
del actual edil. Quedando como recuerdo solo un pequeño pasillo llamado Julio
Aciares, en honor a un pintor surrealista local, a la altura de un René
Magritte, con fama de excéntrico del que pocos han tenido el placer y el
privilegio de contemplar sus obras, historia repetida con varios artistas
plásticos locales, los que de no mediar la muy buena suerte y la mucha pasión
han pasado inadvertidos por los copiapinos, llegando a tildarles de locos en
algunos casos, en fin, así es en todas partes. Pero no se achaque, visite el
lugar, le recomiendo que haga un esfuerzo y pase a Biblioplaza, que es una
pequeña librería de muy buen gusto atendida por un amigo mío, Poeta y Escritor,
anímese y adquiera un libro allí, sobretodo los de autores locales, tiene una
buena cantidad a disposición para la venta, también dígale que va de parte mía
y aproveche para consultar y aprender, échele manos a las notas que ya tomo los
días anteriores.
Una buena opción es tomarse un buen café allí
mismo y conversar.
Ya más relajado camine hacia calle Colipí y
tome rumbo hacia su izquierda por la misma calle, hasta llegar al Museo Mineralógico.
Este museo en términos de muestra en exposición es muy completo, las
explicaciones mías serian poco aportadoras, aquí pida permiso y saque fotos.
Repare en los meteoritos y sorpréndase con el más grande, pida que le
expliquen, puede aprender mucho mirando y preguntando, si es dado a la química
ponga atención al segundo piso donde se encuentran minerales para más de la
mitas de la tabla periódica de los elementos. Puede pedirle al Director, el Sr.
Peña que le cuente anécdotas sobre minería y el origen de las muestras,
aproveche de preguntar por todo, es mas pida que le cuenten que es el Rosicler
de Plata y que hay de cierto sobre las millonarias ofertas que le han hecho al
museo a cambio de este raro espécimen mineral que ellos custodian como osamenta
sagrada.
Si sabe preguntar va a terminar convencido al
igual que muchos que este museo es una maravilla y vera en este un lugar
fascinante donde se acercara mas a la verdadera identidad minera de la zona, en
la que usted vive.
Cuando termine la visita, puede aprovechar de
ir a almorzar, el centro está lleno de locales donde puede realizar esta
actividad.
Otra posibilidad es que vaya de inmediato hacia
el Museo Histórico Regional “La Casa de los Matta”, que se encuentra en la
esquina de las calles Atacama y Talcahuano.
Esto es un plato fuerte, pague la entrada y visítelo
con detenimiento, pues aquí va a encontrar la respuesta a muchas de las cosas
que antes estuvo anotando. Pida amablemente hablar con el Señor Danilo Bruna,
quien es un experto en la historia local un hombre de esos que uno quisiera que
se dedicara a la docencia, ante tanto programa educativo que busca minimizar
estos pasajes históricos, dejando poco espacio para conocer y valorar el legado
de nuestros antecesores en esta región. Pida que le cuente sobre todo lo que está
usted viendo en el museo.
Le facilitare las cosas un poco, este museo
tiene usa sección dedicada a los próceres locales, que se encuentra en la
primera sala, allí podrá ver un poco del glamour de los años pasados, reflejados
en muebles y grandes retratos, luego en la segunda y tercera sala podrá ver lo
que a mi parecer es lo más importante, los orígenes de la población que habito
estos lugares, las salas arqueológicas y finalmente la cuarta sala dedicada a
la minería, en la que podrá empaparse de lo que se vivía aquí en la época de
aquellos trenes y podrá ver la original sonda Fénix, la misma del rescate de
los 33 mineros, así es allí esta, para ser visitada y fotografiada
El mejor relato de este lugar no se lo daré yo,
debe preguntarlo a quienes le recomendé, en especial si puede pida hablar con
el Director del Museo, el Doctor Guillermo Cortes Lutz, pregúntele sobre el
origen de la Ciudad, aproveche, aunque sea por corto tiempo aproveche y
aprenda, que estas explicaciones jamás las volverá a escuchar en otro lugar que
no sea este que está visitando.
Bueno, como vera, ya se ha entretenido tres días
en su propia ciudad, si es que es Copiapino y si me ha hecho caso, quizás
califique para ser un buen anfitrión o anfitriona para sus amigos o parientes
que le visitan, y si solo ha llegado como visitante, entonces quizás despierte
en usted la necesidad de conocer mejor la ciudad que visita.
Por cierto que Copiapó es mucho más de lo que
le acabo de relatar, hay mas lugares, todos igualmente valiosos, queda en sus
manos descubrir donde están y como llegar hasta allí.
Entre varias cosas por hacer, quedan el
asomarse a la casa Maldini Tornini, ubicada en la calle O´Higgins entre Rancagua
y Talcahuano, la Iglesia de la Candelaria y las esculturas que hay frente a
ella, la Iglesia de Punta Negra, Placilla Morales, el Parque Schneider, el
Parque el Pretil, los seis monumentos del Valle que van desde Nantoco al
Tranque Lautaro, la localidad de Los Loros, la misma Ciudad de Tierra Amarilla
y su parque, las Ruinas de Puquios, La Finca de Chañaral, la Quebrada de las
Pintadas, la Mina San José, la de los mineros, la Estación y Museo de Trenes de
Caldera, se puede salir solo a caminar, por la ciudad armado de una cámara para
fotografiar los grafitis de las calles, incluso se puede pasear en bicicleta e
ir a Piedra Colgada, hay varias plazoletas y avenidas muy bonitas por donde se
puede caminar por las mañanas o las tardes, cuando hace menos calor, es mas incluso
hay gente que por las más diversas razones encuentra entretenido ir al
cementerio y recorrer algunos mausoleos, varios de ellos muy antiguos…
Piénselo bien, puede perfectamente pasarse un
par de semanas recorriendo todo esto sin necesidad de ir a gastar su dinero a
otra parte, quizás se quite esa pesada carga anímica que debe cargar cada vez
que ve como sus amigos lo pasan chancho yéndose de aquí a ver lo mismo pero al
revés en otros lugares…
Según datos del INN a esta región llegan
anualmente unos quince mil turistas extranjeros, mas de algunos de ellos han
transitado por estos lugares y los han valorado, tras recorrer miles de
kilómetros para llegar hasta aquí, mientras muchos de los que aquí viven
piensan que no hay nada que ver ni recorrer en esta ciudad, alegando que es una
ciudad fome y aburrida, como si con esas declaraciones y sentencias lograran verse
más astutos y cosmopolitas que uno, algo que claramente solo refleja su
estupidez e ignorancia, algo que tras leer esta extensa nota, usted podrá
ayudar a cambiar, pues ya sabe que era cosa de buscar y encontrar.
Eso
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