domingo, 31 de marzo de 2013

Pukara de Punta Brava


Desde unos cuantos meses atrás hasta ahora, he estado intrigado con uno de los sitios arqueológicos más importantes del Valle de Copiapó. Una inquietud que me ha arrastrado ya en tres oportunidades a visitar el lugar, con la intención de conocerlo y tomar varias fotografías.

Me refiero al Pucará de Punta Brava, ubicado a unos 61 km de Copiapó en dirección del Valle de Copiapó y que fue declarado monumento nacional el 13 de Julio de 1982, junto a la Fundición Inca-Diaguita de Viña del Cerro y al mal denominado Palacio Incaico del Fundo La Puerta.

Esta última afirmación que hago, sobre su mala denominación se debe en gran parte a los datos aportados por el Dr. Guillermo Cortés Lutz, actual director del Museo Histórico Regional, quien ha estudiado este tema.

Según he logrado entender, dicho recinto, es una fortificación española, construida hacia el año 1548 y que en rigor, corresponde a lo que podemos denominar el primer indicativo del interés de Pedro de Valdivia por instalar una avanzada militar y de colonización en este valle y que en el futuro dio origen a la Ciudad de Copiapó.

El fundador de dicha avanzada, fuerte o cuartel, fue el conquistador español Juan Bohón, fundador de la Ciudad de La Serena.

Según lo que he podido averiguar en conversaciones con Guillermo Cortés Lutz y leyendo algunos artículos arqueológicos citados desde el libro Historia de Copiapó (de C.M. Sayago) y en especial un pequeño libro llamado “Juan Bohón, Fundador de La Serena” (de Fernando Moraga Acevedo), el mencionado conquistador se instaló muy probablemente en lo que había sido un Pucará, en lo que hoy se conoce como el Fundo “La Puerta” de propiedad de los Srs. Prohens, junto a unos 40 soldados.

En la primera oportunidad que visite dicho recinto un señor que cuida el lugar, me comento que antes al alemán, había desenterrado unas momias donde hoy se ubican unos parronales, esta referencia al alemán, probablemente se trata de Hans Niemeyer, quien estudio estos lugares en los años 80.

Según las lecturas y conversaciones citadas anteriormente, este lugar fue destruido por una revuelta indígena a fines del año 1548, teniendo por resultado el completo exterminio de los españoles a quienes encontraron descuidados.

Hasta aquí todo me hacia sentido, sin embargo me inquietaba saber desde donde se pudo organizar tal revuelta o rebelión, pues hasta ese momento yo personalmente desconocía si existió alguna aldea o similar capaz de albergar la suficiente población natural como para hacerle frente a 40 españoles bien armados. (Francisco Pizarro en 1532, invadió el imperio inca con similar cantidad de españoles armados).

Al parecer las cosas en aquellos años supusieron un ambiente de guerra en Atacama, tan tenso como lo fue la conquista del sur de Chile.

La respuesta a esta inquietud vino de la explicación que me diera el mismo Guillermo Cortés Lutz, señalando que, desde ese lugar “los Diaguitas - Copiapó, organizaron el levantamiento que acabo con los invasores y destruyeron la primera ciudad de Copiapó en 1548”.

Esta indicación no hizo más que desatar mi curiosidad por el lugar, replanteándome el significado que podría tener este lugar, al que debido a mi profunda ignorancia, le había dado solo un valor arqueológico como pequeño conjunto habitacional utilizado por los naturales del valle.

La primera vez que visite dicho lugar por error, buscando la Fundición de Viña del Cerro, por mi propia profesión como ingeniero civil metalurgista, pues había asistido a una charla del profesor David Fuller Brain, que explicaba cómo funcionaban las huayras (hornos), no le preste mucha atención, pues al llegar solo pude ver un letrero deteriorado y sin texto explicativo y unos pircados menores llenos de arbustos.

Al pasar los meses decidí visitar nuevamente el lugar, avanzando por uno de los costados de la quebrada de Punta Brava, dándome cuenta que estaba frente a varias construcciones, en su mayoría pircados bastante irregulares, de la que resaltaba una en especial por ser de mucho mayor tamaño de unos 18x11 mts aproximadamente, compuesta de una terraza y habitaciones bellamente armadas con piedras ensambladas, mucho más llamativas que las ubicadas en el fuerte de Juan Bohón, que probablemente se debe a una mala reconstrucción.

Volví al lugar con la intención de acercarme a otras estructuras visibles desde Google Earth, distantes a kilometro y medio hacia el interior de la misma quebrada.

No logramos junto a mi compañero de expedición, Alberto Lira, llegar hasta dicho lugar debido a que son realmente muy inaccesibles pues nos encontramos con unas paredes que 8 o 10 mts de altura, formadas por lo que alguna vez fue una cascada de aguas, conformándonos en aquella oportunidad con recorrer el costado opuesto de la quebrada donde encontramos dos recintos muy llamativos, uno rectangular bastante parecido a las habitaciones de Viña del Cerro y uno circular, bastante grandes de 5x5 mts el primero y 6 mts de diámetro el segundo.

Para ganar perspectiva para mis fotos, decidí subir el cerro de ese costado de la quebrada, dándome cuenta mientras ascendía que habían varios pircados que resultaron ser en apariencia miradores en los bordes de un sendero que llegaba hasta arriba.

Al llegar arriba me di cuenta que el sendero continuaba y dude en continuar, regresando unos metros resignado a mi falta de valor, sin embargo seguía viendo mas y mas pircados, por lo que luego de descansar continúe con la idea de fotografiar y partir apenas pudiera.

Llegue hasta la cima, donde encontré unos agujeros practicados en el lugar, sin saber de qué se trataba, imaginando que serian lugares donde se hacían ofrendas o algo similar, disfrute la vista, que era impresionante, pues desde allí se domina completamente el valle, solo pude pensar en algún joven indígena, que hace unos 500 años atrás subía allí también por primera vez, que era su prueba de valor y yo aún asustado, me sentí parte de aquello mismo.

No sé qué significa ni puedo cuantificar el valor arqueológico ni menos histórico que tiene este sector, pues solo soy un aficionado, me gustaría aportar más información y hasta ahora solo puedo compartirles mis fotos y mis pareceres.

Este lugar tuvo que ser mucho más fascinante, cuando desde esa cima se veían otros cultivos, otras gentes y no montones de parronales creciendo como mala hierba hasta los cerros, tapando quizás cuantos lugares, ni mucho menos camiones ni autos.

Regrese nuevamente para alcanzar el lugar desde otro punto, no lo logramos en parte debido a la inexperiencia y mal estado físico, pero quiero pensar más que nada que es porque no estamos al nivel de aquellos personajes que ocuparon el lugar originalmente.

Imagino a aquellos valientes naturales subidos en alguno de esos recintos, arengando a los demás, dándoles el valor, pidiendo el auspicio a sus dioses para defender su forma de vida, su tierra y sus amores. Imagino que visitaron la cima, que podían ver a sus bien armados enemigos a la distancia, imagino el final de aquella jornada, con un Juan Bohón muerto, imagino que respiraron aliviados confiando en que habían acabado con la amenaza.

Imagino todo eso porque no he podido encontrar ningún texto que cuente su historia.

Espero también que quienes visiten este lugar más adelante, lo hagan con respeto y no profanen este lugar como ya lo han hecho antes, aquí en los otros.

Coordenadas:
27° 47.042'S
70° 9.048'O











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